lunes, 24 de septiembre de 2012

Diario de Clara: 25-Julio por Dakota


Sábado-25-julio-2011
Sigo viviendo infelizmente: Clara sale con Pablo y encima, ha sobrevivido a mi líquido letal, cinco minutos más... y habría ganado. Mi objetivo se me ha escapado de entre los dedos... Y eso me enfurece. Esta niña es dura de pelar, y lo peor es que no entiendo por qué. Frágil, descuidada... ¡La víctima perfecta! ¡La tipica niñata insensata que acaba muerta a manos de un secuestrador... ¡¿Por qué no puedo yo, Ballet-Kárate con ella?¡ Simplemente, no me le explico...
Al menos puedo apoyarme en Luisa, la compañera de Clara, ¿Cómo es posible que Clara se haya creído todas mis mentiras? Bueno, reconozco que se nota que el pelo negro es teñido, tengo que inventar un tinte para ahora en adelante, experimentar e inventar me sube la moral, buscaré un lugar donde instalar un laboratorio y me pondré manos a la obra mañana mismo. Quizá me instale en el tejado, sí señor, eso voy a hacer mañana mismo. Y una vez instalada, tengo que llamar a Bill Maquiavélico para que me enseñe más cosas sobre fluidos letales, somníferos, cosas que me interesan para deshacerme de Clara... En fin, él me ha enseñado todo lo que sé de ciencia. Sin él, no conseguiré deshacerme de Clara sutilmente. Su número, si no recuerdo mal, lo tengo guardado en mi agenda (escondida en el fondo de mi armario). Me conviene mangarle el móvil a Clara y así le llamaré, ¡no se cómo no se me a ocurrido antes pedirla ayuda al bueno de Bill! ¡Es la solución a mi problema! Puede que esté un poco chalado pero oye, de ciencia entiende lo suyo.
Hoy no asistí a las clases, tenía que pensar. Además yo no estoy aquí para el deporte, si no para espiar y acabar con Clara. Lo que más me molesta es que parece salvar los obstáculos que le pongo sin esfuerzo, por casualidad... ¿Lo de Pablo? CASUALIDAD. ¿Qué encontrara mi guarida en su casa? CASUALIDAD. Sí, sé que ella estuvo allí, mis cosas estaban revueltas y algunas de ellas cambiadas de sitio... No tiene ni idea de ser sutil... Aunque yo no sea ninguna maestra, nunca se nota mi presencia cuando he estado en algún sitio o voy de polizona por ahí... Ni siquiera me reconocen cuando voy por la calle. ¿Y por qué? Por mi sutileza. Mi sutileza y la imbecilidad del mundo. 

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