Sábado-25-julio-2011
Sigo
viviendo infelizmente: Clara sale con Pablo y encima, ha sobrevivido a
mi líquido letal, cinco minutos más... y habría ganado. Mi
objetivo se me ha escapado de entre los dedos... Y eso me enfurece.
Esta niña es dura de pelar, y lo peor es que no entiendo por qué.
Frágil, descuidada... ¡La víctima perfecta! ¡La tipica niñata
insensata que acaba muerta a manos de un secuestrador... ¡¿Por qué
no puedo yo, Ballet-Kárate con ella?¡ Simplemente, no me le
explico...
Al
menos puedo apoyarme en Luisa, la compañera de Clara, ¿Cómo es
posible que Clara se haya creído todas mis mentiras? Bueno,
reconozco que se nota que el pelo negro es teñido, tengo que
inventar un tinte para ahora en adelante, experimentar e inventar me
sube la moral, buscaré un lugar donde instalar un laboratorio y me
pondré manos a la obra mañana mismo. Quizá me instale en el
tejado, sí señor, eso voy a hacer mañana mismo. Y una vez
instalada, tengo que llamar a Bill Maquiavélico para que me enseñe
más cosas sobre fluidos letales, somníferos, cosas que me interesan
para deshacerme de Clara... En fin, él me ha enseñado todo lo que
sé de ciencia. Sin él, no conseguiré deshacerme de Clara
sutilmente. Su número, si no recuerdo mal, lo tengo guardado en mi
agenda (escondida en el fondo de mi armario). Me conviene mangarle
el móvil a Clara y así le llamaré, ¡no se cómo no se me a
ocurrido antes pedirla ayuda al bueno de Bill! ¡Es la solución a mi
problema! Puede que esté un poco chalado pero oye, de ciencia
entiende lo suyo.
Hoy
no asistí a las clases, tenía que pensar. Además yo no estoy aquí
para el deporte, si no para espiar y acabar con Clara. Lo que más me
molesta es que parece salvar los obstáculos que le pongo sin
esfuerzo, por casualidad... ¿Lo de Pablo? CASUALIDAD. ¿Qué
encontrara mi guarida en su casa? CASUALIDAD. Sí, sé que ella
estuvo allí, mis cosas estaban revueltas y algunas de ellas
cambiadas de sitio... No tiene ni idea de ser sutil... Aunque yo no sea ninguna maestra, nunca se nota mi presencia cuando he estado en algún sitio o voy de polizona por ahí... Ni siquiera me reconocen cuando voy por la calle. ¿Y por qué? Por mi sutileza. Mi sutileza y la imbecilidad del mundo.
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