Viernes-24-julio-2011
Nota
diaria: 5... bajo 0
Un
día precioso en la academia: El sol brillaba intensamente pero hacía
viento, el día perfecto de verano.
Fui
a montar a caballo, hice natación durante una hora y jugué un poco
al baloncesto, donde me encontré a Pablo, nos dimos un beso y nos
miramos sin decir nada hasta que el entrenador nos hizo salir de
nuestro mundo perfecto. Fuimos a los establos, cogimos nuestros
caballos, el mío se llama Patrik y el suyo, Morgan. Estuvimos dando
paseos por ahí un buen rato, hasta que yo me caí de Patrik al
saltar un tronco caído,Tom bajó para ayudarme a levantarme aunque
yo no me había hecho mucho daño. De echo, la tonta caída me había
echo gracia.
Después,
vino el horror, la experiencia más penosa de mi vida:
Algo
me pellizcó en el cuello, algo similar a una abeja, por lo que no me
preocupé. Montamos en los caballo y seguimos el paseo. Entonces,
todo empezó a dar vueltas, y me caí nuevamente del caballo. Veía
triple, y todo era extraño. No sabía qué pasaba, por qué las
piernas no me obedecían cuando yo intentaba levantarme, ni por qué
sólo era capaz de parpadear, vi a Pablo acercarse y gritar algo que
no logré entender, y me empezó a faltar el aire, casi no podía
respirar, y todo se volvió de color negro.
Desperté
en un hospital, en el más cercano a la academia. Tenía una
mascarilla de oxígeno puesta y aunque no podía moverme con la misma
rapidez que quería, al menos sentía todas las partes de mi cuerpo.
Pablo
estaba allí, sentado al bosde de la cama, cogiendome de las manos.
Sonreí e intenté hablar, pero en vez de mi voz sólo pude decir
“aaaaaaah”, no me salía la voz. Él me miró si llamó a la
enfermera, que venía con unops papeles extraños. Me dio una
medicina y al los cinco minutos mi voz volvía a ser la de antes.
Hizo un gesto para que Pablo saliera, y entrró el director de la
academia, el señor Correa. Se sentó a mi lado y me dijo:
“Esos
papeles que tenía la enfermera... revelan la causa de esto que te ha
ocurrido. Verás, al hacerte un análisis de sangre encontraron un un
líquido letal había sido lanzado contra tí y te ha dado en el
cuello. Pero no te preocupes, ya te han extraído todo el veneno y
puedes estar tranquila. Si Pablo te hubiera traído en su caballo
cinco minutos más tarde, ahora estarías muerta.”
Sospeché
lo que había pasado enseguida: Dakota nos ha seguido y me lo ha
lanzado, buscaré pruebas realizando el cuarto trueque de diarios,
mañana, en cuanto tenga un rato. No lo puedo creer, ¡Ha intentado
matarme por primera vez, ¿quién dice que no volverá a
intentarlo?! ¿Cómo voy a dormir? ¿Qué habría pasado si...
hubiera estado sola o Pablo se hubiera retrasado cinco minutos? Le
debo la vida. Estoy asustada y aún un poco desorientada, pero ya
estoy en la academia. Me trajeron en coche hacia las 9 de la noche.
He
estado a cinco minutos de dormir... para siempre
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